El caso sueco: toda la verdad sobre trabajar seis horas al día


Hace frío y apenas tienen horas de sol, pero son uno de los países más productivos de la UE, con los salarios mínimos más elevados y prestaciones sociales sin igual. Y sus jornadas duran mucho menos

Siete de la mañana: suena el despertador. Una ducha rápida, te vistes, echas un café y sales por la puerta de casa. Una hora después has llegado a la oficina. De 09.00 a 14.00 trabajas, si tienes suerte sacas media hora para tomar un aperitivo, y paras una hora para comer. A las 15.00 –confiando en que la circulación sanguínea sea capaz de subir del estómago al cerebro para ser capaz de hacer algo, aunque sea mantener los ojos abiertos–, retomas tu jornada con suerte hasta las 18.00 ó 19.00.
¡Ya sales! Genial. Otra hora hasta llegar a casa, preparar la cena y hacer el 'tupper' para el día siguiente. ¿Y tu familia y amigos? Casi un hola y adiós porque tendrás que irte a la cama cuanto antes. Que mañana madrugas.

¿Te suena? Exacto, aunque puede que no sea exactamente igual, más o menos así es tu día a día como trabajador.

'¿Conciliaqué?', parece que se preguntan muchos empresarios de nuestro este país que prefieren que sus oficinas luzcan fluorescentes hasta las ocho de la tarde como mínimo para dar imagen de negocio productivo. Pero en realidad, a quienes les hacen realmente ganar más dinero es a las compañías eléctricas. El gasto energético que supone mantener la infraestructura abierta durante más de 10 horas al día es muy poco rentable, especialmente si tenemos en cuenta que la actividad de sus empleados está, desde hace un rato largo, por los suelos.

De hecho, si traducimos la productividad en dinero, hay claras diferencias entre los países del norte de Europa y España: mientras la productividad de nuestro país se sitúa en los 32,1 euros, la de otros como Suecia se encuentra en 45,5 euros. Y trabajan bastantes menos horas que nosotros.

“Para mí es absolutamente fantástico. Ahora tengo más tiempo libre para entrenar, para estar al aire libre o para cuidar de mi jardín mientras sigue habiendo luz del día”, relata la sueca Erika Hellson a la corresponsal de la BBC en Suecia Maddy Savage, quien ha recogido las historias de diferentes ciudadanos del país escandinavo que gozan de las soñadas, ansiadas y veneradas por tantos jornadas laborales de seis horas. Así es su vida, y esta sí que se parece más bien poco a la tuya.

Vidas equilibradas

En la entrevista, Erika confiesa que le encanta cerrar la puerta de la oficina a las 15:30, justo antes de salir a dar una caminata por el inmenso bosque verde que rodea a su ciudad natal, Falun, antes de que se haga de noche.

A sus 34 años, esta directora de arte solía tener un horario largo y errático cuando trabajaba como profesional independiente, pero desde que entró a formar parte de un programa pionero en su país en el que empresas de nueva creación ofrecen a sus trabajadores jornadas laborales de seis horas, su vida ha cambiado por completo.

Erika no tiene hijos pero disfruta de pasar más tiempo con amigos y familiares y asegura que se siente “mucho menos estresada” desde que acortó sus horas de trabajo.

“Es difícil concentrarse en el trabajo durante ocho horas pero con seis horas se puede estar más centrado y hacer las cosas más rápido”, explica Jimmy Nilsson, jefe de Erika y copropietario de la agencia de artes gráficas digitales Background AB, quien lanzó esta iniciativa el pasado mes de septiembre precisamente con el objetivo de conseguir que sus trabajadores fuesen más productivos y, en consecuencia, su negocio y beneficios creciesen más.

Una jornada verdaderamente productiva

El caso de Background AB es solo uno más entre las decenas de empresas suecas que están poniendo en marcha este nuevo concepto como parte de una obsesión nacional para conseguir la conciliación entre la vida laboral y personal de los ciudadanos.

Aunque no está implantada en toda Suecia, en el último año la iniciativa ha recibido una gran acogida y son muchos los trabajadores y empresarios que ven en estos horarios reducidos la posibilidad de que los negocios crezcan y los empleados estén más felices. “Vamos a probarlo durante nueve meses. Primero veremos si resulta económico y en segundo lugar si funciona para nuestros clientes y nuestro personal”, explica Nilsson.

Nadie 'calienta' la silla

En el caso de la mencionada agencia, el personal permanece sentado en sus escritorios entre las 8.30 y las 11.30, tienen una hora para almorzar y luego trabajan otras tres horas antes de regresar a sus hogares.

Eso sí, trabajar seis horas con pausa para comer incluida tiene sus pequeñas restricciones: no pueden abrir sus perfiles personales en redes sociales ni se pueden atender emails o llamadas personales durante la jornada laboral. Por lo demás, grandiosas noticias, los salarios se mantienen exactamente igual que estaban antes de poner en marcha la iniciativa.

“No conozco a nadie dentro de mi red de contactos que sólo trabaje seis horas al día. Muchos de mis clientes, directores gerentes de importantes compañías, piensan que el trabajo es lo más importante, pero más tarde se dan cuenta de que no han pasado tiempo con sus hijos”, explica Pia Webb, 'coach' y consultora especializada en el mundo de los negocios.

“Las empresas suecas han encontrado un buen equilibrio entre la salud y la rentabilidad”, asegura la autora de 'Improve Your Own Quality of Life: The Swedish Way' (CreateSpace Independent Publishing Platform), quien comenta que le sorprende que los ensayos de Gotemburgo y en otros lugares hayan captado tanto la atención dada la reputación de Suecia para mantener el equilibrio entre trabajo y vida.



¿Pero realmente funciona?

En los últimos meses varias empresas de nueva creación de Estocolmo se han unido a Background AB y han probado durante unos días cómo funcionan con el nuevoa horario laboral. Entre ellas, dos departamentos del hospital de Umeå en el norte de Suecia y una unidad de cirugía del Hospital Universitario Sahlgrenska en Gotemburgo.

El lugar en el que se ha implantado la jornada de seis horas durante más tiempo ha sido una residencia de ancianos al oeste de Suecia, donde 80 enfermeras cambiaron sus horarios en febrero como parte de un ensayo controlado durante dos años. Y parece que todo marcha.

“Es demasiado pronto para sacar conclusiones firmes, pero las enfermeras que trabajan menos horas solicitan menos bajas por enfermedad y según los informes están menos estresadas”, asegura Bengt Lorensson, consultor principal del Ayuntamiento de Gotemburgo, quien también subrayó que ha mejorado el cuidado de los pacientes y que el personal, de forma altruista, ha puesto en marcha más actividades para los internos como clases de baile, sesiones de lectura o paseos al aire libre. “Aunque llevamos poco tiempo podemos ver que la calidad del trabajo es mayor”,

Responsables políticos suecos e internacionales están observando de cerca el proyecto. Incluso Lorensson admite sentirse un poco abrumado por el interés que su investigación ha desatado en los medios de comunicación globales. Él es querido subrayar que el día de seis horas es todavía un largo camino de convertirse en la norma de trabajo en el país escandinavo.
Anochece antes pero hay más 'día'

“En Suecia tienen un respeto mutuo. Todos esperan hasta que terminan las horas de oficina para llamar o escribir a sus clientes y, al mismo tiempo, saben que no les van a molestar cuando estén de vacaciones”, asegura Webb.

En Suecia apenas el 1% de los empleados trabajan más de 50 horas a la semana, una de las tasas más bajas de la OCDE, que sitúa la media europea en el 13% es el promedio. Por ley, a los suecos se les dan 25 días de vacaciones al año –en España son 22–, aunque muchas de las grandes empresas del país suelen ofrecer aún más días a sus trabajadores. Los padres gozan de 480 días de licencia de paternidad remunerada para dividir entre los dos –en España la madre dispone de 112 días mientras que el padre apenas puede solicitar 15– y la mayoría de las oficinas están vacías después de las cinco de la tarde.

“Es una experiencia muy diferente a cuando trabajaba en Reino Unido y los clientes exigían que les atendiese incluso los fines de semana y por la noche”, explica Ameek Grewal, canadiense de 29 años que en 2014 se mudó desde Londres a la sede nórdica de Citibank en Estocolmo. El joven admite que el frío y las pocas horas de luz –inviernos con temperaturas bajo cero y apenas seis horas de luz solar en ciudades como Estocolmo– pueden resultar “frustrantes”, pero está convencido de que el modelo sueco tiene beneficios mucho mayores para empresas y empleados que inconvenientes.

http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2015-11-04/el-caso-sueco-toda-la-verdad-sobre-trabajar-solo-seis-horas-al-dia_1081256/