Taller de autodefensa laboral


Taller de autodefensa laboral


Muy a nuestro pesar, pasamos la mayor parte de nuestro tiempo trabajando o buscando curro. La idea de un trabajo, aburrido y mal pagado, pero con cierta estabilidad, parece en estos momentos una quimera. Palabras como finiquito, modificación sustancial de condiciones de trabajo, ERE... están en nuestro vocabulario diario y nuestras conversaciones giran demasiado a menudo en torno a despidos, reformas laborales, abusos en el curro, etc.
Por eso se nos impone la necesidad de conocer nuestros derechos en el trabajo.

En este taller intentaremos abordar de forma práctica los problemas más frecuentes en el curro, con la idea de que de ese conocimiento surjan mayores posibilidades de autodefensa de nuestros derechos. Conscientes de que es a través del apoyo mutuo y de la solidaridad como mejor podemos hacer frente a las dificultades, daremos voz a algunos proyectos que a través de la acción colectiva, la denuncia pública y la acción directa, han hecho frente a despidos, mostrándonos que, pese a los recortes de derechos, aún se puede pelear en nuestro centro de trabajo.

PROGRAMA:

Sábado 7 de junio, 19h. ¿Dónde estamos? ¿De dónde venimos? 

Recorrido histórico por la legislación laboral.
Observaremos la evolución de la legislación laboral, su nacimiento en torno a las fuertes luchas del movimiento obrero de principios del siglo XX, su extensión en el ámbito de la social democracia en Europa, las peculiaridades del periodo del franquismo y la introducción de medidas neoliberales en el inicio de la democracia que desembocan en las reformas laborales aprobadas por PP y PSOE.
Veremos cuáles han sido los principales cambios en el Estado español de los últimos 20 años, etapa que coincide, y que se puede explicar, con el debilitamiento de las luchas obreras, intentando entender a qué obedecen pero, sobre todo, qué nuevas oportunidades de acción nos ofrece a los/as trabajadores/as que no nos queremos resignar.
Conocer el pasado para comprender el presente.

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Lunes 9, 20h. ¿Qué contrato tengo? ¿Qué es un convenio colectivo? ¿Qué esconde mi nómina?

Veremos de forma práctica y colectiva qué normas nos afectan en nuestra vida laboral, qué es un convenio colectivo, cuál se me aplica y dónde puedo encontrarlo.
Analizaremos los distintos contratos de trabajo, estudiando qué derechos nos da cada uno, veremos distintas nóminas para saber cuánto cobramos y qué es lo que deberíamos cobrar, qué conceptos cotizan y cuáles no, siempre intentando adelantarnos a las trampas que las empresas nos intentan colarnos.
¡Tráete tus nóminas y contratos y comparte tus dudas!

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Lunes 16, 20h. Despidos, sanciones, modificaciones de condiciones de trabajo. ¿Qué puedo hacer?

¿Te han despedido? ¿Crees que lo van a hacer? Explicaremos los distintos tipos de despido que existen y qué se puede hacer cuando te han echado, tratando de entender cómo es el momento para saber cómo enfrentarnos a él. También daremos consejos prácticos para evitar el despido y anticiparnos a la empresa, intentando sacar el máximo rendimiento de esta situación cada vez más común.
Lo mismo haremos con sanciones y modificaciones de contratos de trabajo (reducción de salario, de jornada, movilidad de centro de trabajo, etc.)

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Lunes 23, 20h. ¿Eres becario? ¿Estás sin contrato? ¿Cuándo puedes cobrar el paro? ¿Estás de baja?

Veremos los cada día más frecuentes “trabajos de becario”, los/as trabajadores/as sin contrato, los/as falsos/as autónomos/as, las cesiones de trabajadores/as, para conocer qué derechos tenemos y cómo hacerlos valer.
Trataremos de entender cuándo se tiene derecho a cobrar el desempleo, si se tiene derecho a cobrar un subsidio y veremos qué son las incapacidades y qué derechos se tienen estando de baja médica.

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Sábado 28, 19h. Solo no puedes, con amigos/as sí.

El apoyo mutuo y la solidaridad son una herramienta básica de los/as trabajadores/as. Contaremos con distintos proyectos que nos contarán ejemplos de problemas laborales enfrentados de forma colectiva, explicándonos cómo un pequeño grupo puede enfrentarse a un conflicto laboral y ganarlo.
También aprenderemos a cómo convocar una asamblea o una huelga en el centro de trabajo.
A cargo de Rompe el Círculo (Móstoles), Grupo de Laboral de la Asamblea de Lavapiés y otros proyectos por confirmar.

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El taller será impartido por un abogado laboralista y todas las charlas son gratuitas. Se desarrollará en el Centro Social La Brecha, C/ Picos de Europa nº 11 – local i, Vallekas
<M> Nueva Numancia

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MÁS INFO: 
http://www.todoporhacer.org/taller-de-autodefensa-laboral

Irse a otro país (a buscar curro) no es ningún camino de rosas.

Irse a otro país (a buscar curro) no es ningún camino de rosas.

Después de dos años intentando encontrar curro como aparejadora en España, cosa que resultó imposible ya que la construcción fue uno de los sectores más castigados por la crisis, decidí buscar alguna alternativa fuera de España por medio de un voluntariado Europeo donde te sugerían diferentes destinos.
Podía haber elegido cualquier otro sitio, sin embargo, elegí Alemania, a parte de que el proyecto de voluntariado me gustó, Alemania es un país puntero en la construcción sostenible; Más que la razón por la que me fui fue la razón por la que me quedé. Además, se vende a nivel mediático que es la tierra de las oportunidades, que todos los ingenieros tienen curro allí... es lo que oyes constantemente y decides irte.

Aterricé en Baviera, el estado federal más rico de Alemania, en concreto a la «provincia» más rica del Estado. Empecé a buscar curro como arquitecta técnica, ya que mi situación dentro del programa de voluntariado europeo me facilitaba las cosas para ir tirando y no tener que depender de un mini-job (trabajos de 4 horas a la semana sin alta cualificación) de camarera en un Vips, en un Starbucks o en alguna tienda de un centro comercial. No me interesaba eso a nivel personal. La única manera que me compensaba quedarme era si encontraba trabajo de lo mío, algo de aparejadora o en el mundo de la ingeniería en general.

El primer choque cultural fue en lo relacionado al Curriculum; lo que tú consideras válido ellos lo consideran nulo. Cuando van a una entrevista de trabajo presentan su C.V. con su perfil académico y sus notas que, por supuesto, no corresponde a los mismos criterios en comparación con España o el resto de países. A parte, a nivel legal, cuando finalizas una actividad laboral en Baviera (al ser estados federales puede variar la legislación de un sitio a otro) la empresa redacta una carta de recomendación. Si has sido malo en un trabajo, como por ley tienen que redactarla, utilizan unos códigos (que están accesibles en internet) en el que de una manera educada pueden decir de ti cualquier cosa. Por ejemplo, si has sido malo en un trabajo o si te han echado, pueden poner «esta persona era muy sociable» en caso de que hablases mucho mientras trabajabas. 
Tú llegas de España con tu curriculum, como la gran mayoría sin ninguna carta de recomendación porque en España no son obligatorias, y a partir de ahí empiezan a desconfiar. No entienden el porqué tu no tienes una carta de recomendación de al menos la última empresa donde trabajaste y lo traducen como que tú eres un mal trabajador o que te hayas ido o te hayan echado de malas formas.

Su C.V. es cronológico; si tú tienes un periodo de tiempo extenso entre un trabajo y otro, tienes que justificarlo, con una maternidad, un viaje a otro país... pero hay pocas cosas válidas. Yo llegaba de España con un C.V. de educadora, que allí, como yo no tengo una titulación universitaria que avale esa experiencia no la validan. Además tenía trabajos en el terreno de la construcción muy puntuales porque no hay trabajo en España en este sector, cosa que ellos traducen como que tú eres un mal trabajador porque no has conseguido permanecer en un puesto de trabajo durante un tiempo prolongado. Con lo que en mi C.V. tenía que explicar o justificar el porqué yo no había desarrollado empleos de larga duración relacionados con la construcción a lo largo de mi vida laboral. Debe ser que no todos los países conciben la crisis de la misma manera.

En Baviera, por ley, cuando hay una oferta de trabajo tienen preferencia las personas que son de esa ciudad, después las que son de «la provincia», después las que son del estado federal, después de Alemania, después de Europa y después de fuera de Europa. Te venden que hay muchos puestos de trabajo y para empezar no hay tantos, ni en todos los estados federales, como Berlín, que es un estado federal que se considera pobre. Obviamente, acabas considerándote un inmigrante que estás por debajo de todos los ingenieros que salen día a día de las universidades de Baviera y de su sistemas educativo segregador; sintiéndote menospreciada, no por las personas, más bien por el sistema discriminatorio de selección laboral. Es una realidad, no sólo a nivel social sino por la política de protección a la población local. No te discrimina una empresa, el sistema en sí te discrimina. No eres alemán. No vas a hablar su lengua como ellos probablemente nunca. Sin embargo, la primera pregunta que te hacen nada más conocerte es cómo te llamas y la segunda, probablemente sea, cuál es tu profesión, porque dependiendo de la profesión que tengas te clasifican. Yo hice la prueba de que a veces respondía que era aparejadora y otras que era educadora porque y la reacción y el trato era muy diferente.

Obviamente todo depende de tus expectativas; en Alemania hay más curro que aquí y si a ti te da igual currar de camarero que de otra cosas, vete a Alemania porque con poco que chapurrees alemán vas a encontrar curro de camarero.

Se magnifica la realidad frente a la tónica general. Sé que hay muchos ingenieros que han triunfado pero no se puntualiza sobre la gente que se marcha y se come la mierda. Gente preparada, con carreras universitarias, masters, doctorados, nivel de alemán alto... 

En algunos casos percibes que hay alemanes que te juzgan como una extranjera que viene a quitar puestos de trabajo a sus compatriotas y que ni de coña estás lo suficientemente preparada y cualificada para llevarte ese puesto; por suerte son los menos. Por otro lado ves a gente que te trata condescendientemente porque « tú vienes de un país pobre y vienes aquí a ganarte la vida como puedas...» una moral cristiana muy extendida en Baviera.

Y quizá sí esté extendido el mito de que los españoles somos poco trabajadores, pero pronto se les calla la boca con esfuerzo, es más, también pensaba que todos los alemanes eran estrictos, exigentes y fríos y comprobé trabajando con ellos que muchos cuando no mira el jefe se beben una cerveza y la mayoría están deseando que llegue la hora para irse a su casa. 

Extraído de la publicación TÚ TE PINCHAS

Esto puede que llegue con retraso pero más vale tarde que nunca. Me dirijo especialmente a lxs que me han pedido (explícitamente) que vote en las últimas elecciones europeas

Lo primero quería destacar, que yo en ningún momento he pedido a nadie que NO VOTE, sino que he expresado esa como mi opción personal. 

Para lxs interesadxs, diré que mi decisión de no votar va más allá de razones instrumentalistas, es algo más profundo. Hace tiempo que comprobé en primera persona que la organización de la gente, la autogestión, la solidaridad, las asambleas, etc. no son fantasías juveniles, sino herramientas que realmente cambian mi entorno directo. Que crean la realidad y ese otro mundo posible coherente a mis principios... no imagino como un partido político puede entender las distintas realidades desde su lugar y decidir por mí cuáles serán mis circunstancias... me identifico más como he dicho con el "tomar y hacer", con el trabajo en red que en distintos ámbitos de mi vida funciona al margen de instituciones y partidos políticos... 

Entiendo también que la opción de votar se puede considerar la más cómoda... (me veo unos programas con electorales en campaña, voto y hasta la próxima...). Entiendo la esperanza que se siente al pensar que si votas a un político honrado y conciencia social todo se arreglara y entiendo que la abstención (siempre ACTIVA y CONSTRUCTIVA) no se entiende como una opción a gran escala... puede que yo haya decidido vivir a pequeña escala, ya sabéis aquel famoso "piensa en global, actúa en local", vivir el cambio en mi aquí y ahora... 

Independiente de quien se presente, YO NO VOTO. No creo en ello. No digo que la abstención (siempre ACTIVA y CONSTRUCTIVA) sea la solución a los males de este mundo, pero es mi manera de estar en él. Siento mil veces más la acción directa en mi día a día que una farsa electoral. 


- Todo el poder para las asambleas -

Escrito por: Os he visto

¡VOTADME!



Abstencionistas: Vagos y maleantes

No paro de leer artículos, posts, escuchar opiniones del todo beligerantes contra la abstención electoral. Que si sirve a los partidos mayoritarios y por ende al bipartidismo, que si es deseada por el sistema, que si es cosa de pasotas, vagos y caraduras; que vaya bonita manera de cambiar el sistema no haciendo nada. Y cosas así.

En varios sitios he visto estos días el ejemplo de un pueblo de León gobernado por el PP con solo dos votos y ante una abstención de 97%. ¿Véis? Si hubiera ido a votar toda esa gente no estarían gobernados por el PP...¡Hay que votar! ... Como si en otros pueblos de León donde vota casi todo el mundo no estuviera gobernando también el PP o alguno parecido. Como si una alta participación electoral tuviera algo que ver con ser menos gobernado durante la legislatura por los listos que se han hecho con las butacas, los dineros y el bastón.

Por otra parte sale en prensa esta noticia: "Facebook mostrará el botón “Soy votante” en todo el mundo, para las elecciones. Esta iniciativa, que pretende permitir que los usuarios de Facebook informen a sus amigos que ya han votado en las elecciones, fue creada para aumentar el número de votos en los países donde se implanta, ya que cuando alguien ve que su amigo ya votó, tiende a hacerlo también."

Fotre, qué responsabilidad la de esos votantes por inercia. ¿No? Y luego los pasotas irreflexivos son los abstencionistas. Y digo yo: ¿si FB, que es una empresa del sistema chunga que no veas, se esmera en que haya menos abstención, cómo es que al final al sistema le acaba viniendo bien la abstención?

Yo soy abstencionista recalcitrante, lo confieso. Aún así no creo que el mero hecho de no ir a votar suponga grandes cambios hacia nada. En cuanto a utilidad práctica inmediata no contiene más que la que pueda terer el acto fetichista de echar el papel. Porque ¿qué activista o votante de partido pequeño que no sea tonto de remate tiene la más mínima esperanza de que al día siguiente de las elecciones europeas se va a producir un vuelco político y económico en el continente? Y aún así los discursos son igual de grandilocuentes y hueros que los de sus hermanos mayores.

Y si alguna utilidad tiene el voto, es dar un voto (valga el juego de palabras) de confianza a los partidos grandes, esos que están llenos de trepas al acecho del dinero y los cargos. Y si se vota al partido que aspira a sucederles se votará a los que tienen la esperanza de trepar y llenarse los bolsillos en su lugar. Si se vota a un partido pequeño normalmente no vale para nada de nada. Es lo que podríamos llamar "el voto inútil". Si acaso para que alguno de sus integrantes más imaginativos sueñen con estar un día en el lugar de los partidos grandes y llenarse los bolsillos en su lugar. Actuación utópica o brindis al sol podríamos llamar a la de sus ilusionados votantes.

Chavales, la democracia es otra cosa que echar papeles y ser siempre súbditos de unos y de otros. O sea que, aunque pueda no servir para nada, no les demos bola. Absolutamente a ninguno ni a ninguna de ellas. Y ni mucho menos a su maldito sistema electoral. Como mínimo así dejamos de legitimar su latrocinio de poder y riqueza y sus ansias de protagonismo..

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Desobedeceremos el nombramiento para mesa electoral

Somos dos personas a las que una notificación de la Junta Electoral nos impone el deber de tomar parte en las mesas electorales de las próximas elecciones europeas del 25 de mayo. Mediante estas líneas queremos anunciar públicamente que desobedeceremos esa imposición, no presentándonos, como forma de iniciar una campaña que busca abolir esta obligación del Estado de formar parte del censo electoral y que exige, bajo sanción, estar en las mesas electorales de las distintas elecciones. El objetivo es claro: que cualquiera que renuncie a sus “derechos” electorales (votar y/o ser votada) por motivos de conciencia (sean cuales sean) no se sienta en la obligación de tener que cumplir con esos supuestos derechos (reducidos básicamente a formar parte de las mesas electorales el día de las votaciones).

Si una persona no quiere formar parte del censo electoral, cuya única función es la confección del listado de personas que pueden votar en unas elecciones y, al mismo tiempo, ser elegidas para formar parte de las mesas electorales, ¿por qué razón esto ha de ser obligatorio? Intuimos que el principal fundamento de tal imposición es el temor a que un gran número de personas objete al censo electoral, evidenciando así la desafección popular por el proceso electoral mismo –y lo que a la postre significa–. De seguir por estas lides pronto será obligatorio votar, como ya ocurre en algunos países.

Sin embargo, sería tan sencillo como que cada cual eligiese si desea figurar en el censo electoral o no. La inscripción voluntaria en él otorgaría unos derechos que permitirían ejercer el voto, si así se desea. Pero no; el miedo institucional a que se vea que “el rey está desnudo” niega esa posibilidad, amenazando con sanciones, lo que ya nos resulta harto conocido.

Hace algo más de 25 años los firmantes de este artículo nos conocimos en el marco de una campaña que tenía como objetivo acabar con los ejércitos mediante la desobediencia: la insumisión. Ambos estábamos exentos de la mili por haber sido declarados “inútiles para el servicio”, y sin embargo, aprendiendo del compromiso y la admirable iniciativa de aquellos jóvenes que, aun a costa de jugarse su libertad, decidieron hacer frente a la imposición del servicio militar, decidimos involucrarnos plenamente en aquella campaña porque sentimos que las insumisas voluntades individuales basadas en un compromiso colectivo son la única herramienta capaz de transformar cualesquiera realidades injustas.

Un cuarto de siglo después la casualidad ha hecho que, como les sucediera a aquellos jóvenes de entonces, nosotros ahora, en el momento en que creemos que hay más razones que nunca para no avalar con nuestra participación este sistema electoral, nos encontremos en la tesitura de obedecer esa imposición, lo que nos deja dos opciones: colaborar con ella para consolidarla o, siguiendo el ejemplo insumiso, ser coherentes con nuestras conciencias y negarnos a obedecer otra ley injusta. En esta ocasión contamos, además, con un factor determinante: a diferencia de la mili, ahora somos todas y todos quienes podemos practicar esta desobediencia. La historia está plagada de demostraciones de desobediencia a la injusticia practicada por mujeres en todos los pueblos y culturas.

No se trata de disfrazar como un acto de desobediencia lo que, pensarán algunas personas, no es más que un escaqueo. Sin tener nada contra quienes sí se escaqueen antes de cumplir con una obligación injustamente impuesta, nosotros somos conscientes de que hacer pública nuestra negativa nos acarreará un sanción segura de la que, en otro caso, alguno de nosotros se podría haber librado (uno de los dos es segundo suplente).

Sabemos también que no somos las primeras personas en hacerlo y que otras ya lo han hecho en distintos años y lugares, y que también en estas elecciones habrá quien desobedezca públicamente.

Lo que proponemos es que, más allá de nuestros casos particulares, esta actitud desobediente o des-censo electoral sea una herramienta válida para hacer frente a una imposición y para que el testimonio nos sirva para cuestionar y para no contribuir a mantener un sistema de gobierno y una forma de entender la política en las que lo que menos importa y cuenta son las poblaciones y sus necesidades y sueños, que somos relegadas al mero papel de votantes cada equis años.

Como recientemente afirmaba el primer objetor de conciencia, Pepe Beunza:

El peligro más grande del ser humano es el obedecer, somos seres educados para la obediencia ¿Dónde se educa para la desobediencia? ¿En qué escuela? Y, sin embargo, no hemos nacido para obedecer órdenes sino a nuestra conciencia y así ser libres, dignos y responsables.

El culto a la obediencia es una de las herramientas más peligrosas y una de las mayores fuerzas que tiene el poder para tenernos sometidos. Hay que volver a valorar la dignidad de la conciencia y la desobediencia

Desde ese mismo convencimiento, creemos que ha llegado la hora de, también en esta cuestión, negarnos a obedecer hasta conseguir que esta imposición sea desterrada. ¡Sumémonos al des-censo electoral! Nosotros empezamos a aportar nuestro granito desde ya, ¡hagamos surgir la playa de la desobediencia!.

Carlos Zulaika y Antonio Escalante, insumisos al censo electoral

Contacto: descensoelectoral@gmail.com

http://muybastos.com/2014/05/21/desobedeceremos-el-nombramiento-para-mesa-electoral/

Politikari guztiak zaborra zarete!!!


Ni un voto obrero a las urnas


¿y tú a quién vas a votar?



Ante las elecciones europeas (y cualquier otro tipo de elecciones)

Ante las elecciones europeas (y cualquier otro tipo de elecciones)


Ante las elecciones municipales, generales o europeas y las peticiones de reformas parlamentarias o de representabilidad, la postura que hemos defendido ante las elecciones siempre ha sido la misma: la abstención. El no reconocimiento de la llamada legalidad democrática y, por tanto, la no participación en ninguna de sus instituciones, como colectivo, ni en ninguno de sus cauces, como individuos. Esta postura ha tenido algunos momentos históricos de gran repercusión, tanto en el plano social como político, como por ejemplo en la década de los treinta, pero en las últimas décadas ha sufrido un ataque por parte de los agentes políticos y comunicadores del Sistema. Este ataque ha intentado desvincular la abstención de cualquier tipo de posicionamiento social, político o ideológico; reconociendo de esta forma la exclusividad de la participación social dentro de los cauces de la representatividad. 

En un país en el que parecía que las inquietudes sociales y políticas habían quedado relegadas a una serie de profesionales ha emergido un movimiento autodenominado popular, considerado propiamente como "ciudadano", que puso en las primeras páginas de los periódicos oficiales la denuncia de una serie de irregularidades que en los últimos tiempos están tornándose insoportables; que, en nuestra opinión, son fruto inherente de los sistemas jerárquicos.

Este movimiento ha dado una especial importancia, desde nuestro punto de vista inmerecida, a la actitud que hemos de tomar los individuos ante las elecciones; municipales en su momento, generales posteriormente, ahora europeas. Y han intentado, desde nuestra opinión, reconducir el descontento de los individuos, de los trabajadores y los llamados cuidadanos hacia los cauces democráticos, continuando y asumiendo el discurso establecido desde el Sistema. Se han puesto en la palestra opciones hasta el momento ampliamente minoritarias como el voto nulo o el voto en blanco, intentando asumir para la democracia representativa a aquellos sectores descontentos con la política actual, en una especie de regeneración de la representatividad.

De esta forma se da una nueva imagen al Sistema, los sectores descontentos con los políticos parece que ya no están en desacuerdo con el Sistema por éstos generado, y base de todas las atrocidades cometidas contra las personas. Simplemente quieren que se vayan unos políticos para que vengan otros a hacer lo mismo, una especie de ensayo conductista que parece tener como intención desmovilizar a la gente por agotamiento o desilusión.

Lo que se intentó de forma generalizada fue asumir como propio un movimiento que, en la teoría, estaba desideologizado y despolitizado; demostrando, en realidad, que asumía la ideología del sistema y hacía el juego a partidos extra o cuasi-extraparlamentarios, poniendo en tela de juicio la veracidad de su apolitización. De esta forma, parecía que todos tenían cabida bajo el lema de reivindicación de una democracia real que, a nosotros, nunca nos ha interesado lo más mínimo. Desde los que defienden la dictadura de los mercados hasta les que defienden la dictadura del proletariado, incluso, y a nuestro pesar, parecía que aquellos que abogan por la abolición del Estado y toda forma de autoridad también se sumaban a las demandas de una democracia más eficaz para ponerla al servicio de los intereses de una clase consumista. 

Nosotros, rehusando cualquier tipo de posibilismo, nos declaramos abiertamente antidemócratas. Estamos en contra de la democracia representativa, porque no creemos en ningún tipo de delegacionismo y estamos convencidos de que éste siempre deriva en la usurpación del interés personal. Del mismo modo estamos en contra de la llamada democracia directa, porque esta, por no erradicar el sistema de votación, deriva en la sumisión del individuo a la llamada voluntad colectiva que no tiene porqué representarle. Toda democracia supone la imposición de una mayoría, a lo sumo, sobre un minoría.

Así, dentro de ese obnubilamiento intelectual que genera la democracia a su alrededor, y bajo el cual férreos defensores de estructuras diferentes, dentro de los Sistemas jerárquicos, se autointitulan como incondicionales defensores de los valores democráticos; nosotros nos negamos a sumarnos a esa corriente unitaria y tendenciosa. La democracia, en realidad, no se diferencia, al menos en este aspecto, de otros regímenes totalitarios. Pues si bien en estos se condena a través del castigo físico a sus detractores, en la democracia, además, se les condena a través del ostracismo ideológico, siendo considerados una especie de detractores del género humano.

A nosotros no nos vale la reforma del sistema electoral o la creación de listas abiertas, no nos vale con mejorar un Sistema con el que no estamos de acuerdo. Nos es indiferente el valor que el Sistema quiera dar a nuestra voz, porque lo que pretendemos es que nadie pueda cuantificar nuestra opinión cuantitativamente.

Porque no creemos que sea posible, en ningún modo, que la delegación en una serie de individuos suponga otra cosa que la enajenación del interés de los individuos a merced del interés propio de un individuo, sujeto, de forma generalizada, no sólo a presiones externas, como mercados o intereses de grandes emporios, sino también a favores personales. Tampoco creemos que sea viable el ideal de democracia. Pues las situaciones de corrupción y desentendimiento de la clase política son inherentes al sistema de representación.

No nos vale ni queremos actuar dentro de los cauces legalmente establecidos, no atendemos a ningún tipo de imposición ajena a nosotros mismos y a la propia razón. Hacemos un llamamiento a la reflexión, a la abstención, al boicot y al sabotaje de todo tipo de elecciones.

Contra la democracia, contra el estado, contra la ley.
Amigas y amigos de la revista NADA

Huelga general de electores





La Europa electoral y la Europa de las calles.

La Europa electoral y la Europa de las calles. El Madrid antifascista contra la farsa electoral.

Ellos y ellas dicen que llegan las elecciones y que es el momento de expresarnos libremente. Ellos y ellas dicen que vivimos en una Europa democrática y que la UE es la única alternativa posible en este mundo.

Ellos y ellas dicen que confiemos y que depositemos nuestras vidas en sus manos.

Ellos son los medios de comunicación que dicen que los y las manifestantes eran violentas y que la policía hacía su trabajo. Ellos y ellas son los empresarios que dejan a miles de trabajadores y trabajadoras en la calle, que se reparten los millones, mientras las familias rebuscan en la basura, que se quedan con tu piso y quienes dicen que hay que flexibilizar a los y las trabajadoras. Ello y ellas son los y las políticas que se reparten sobres y maletines, mientras criminalizan y endurecen unas leyes cada vez más represivas.


Ellos y ellas son la Europa electoral, la Europa del capital.

Nosotros y nosotras somos la Europa de las calles, la que se moviliza para parar los desahucios, la que lucha contra el paro, la xenofobia y el sexismo, somos los y las que nos oponemos a la Unión Europea, paradigma del capitalismo, una unión económica construida a espaldas de los trabajadores y trabajadoras que está demostrando ser la principal mano ejecutora de todos los recortes que nos afectan día a día.

Nosotros y nosotras somos los que denunciamos la farsa electoral, algo pasará para que ese día todos los partidos políticos parlamentarios estén encantados, mientras el resto del año cada manifestación popular es reprimida con palos, detenciones y calumniada en la prensa.

Nosotros y nosotras decimos bien alto que la lucha está en la calle y no en el parlamento. Que nuestro futuro depende de nosotros y nosotras mismas, que la sociedad por la que luchamos jamás vendrá a través de ninguna urna electoral.

Es por ello que la Coordinadora Antifascista de Madrid, hace un llamamiento a la abstención activa, la mejor forma de dar la espalda a una Unión Europea ajena a los intereses de la mayoría.

Coordinadora Antifascista de Madrid, 2014.



La coleta y la corbata




Unir la coleta a la corbata es una escenificación de esa fusión de contrarios que solo es posible en los discursos demagógicos.
“Soy progre, pero dentro de un orden”
     

El velo que las mujeres tienen que llevar obligatoriamente en algunos países islámicos, es lamentable, desde luego. Pero aún más lamentable es la actitud de muchos occidentales que se creen superiores o más civilizados porque nuestras mujeres pueden ponerse o quitarse lo que les venga en gana (o casi: muy pocas se atreverían a ir por la calle con el torso desnudo). Esos bobos occidentocéntricos se olvidan de varias cosas. Por ejemplo, de la corbata.

En Occidente, la mayoría de los hombres se ven obligados a llevar corbata en su trabajo y en muchos lugares y situaciones. Y la corbata, amén de antifuncional y ridícula, es tan lamentable como el velo. Es clasista y es, sobre todo, machista: es el estandarte (o el pendón, más bien) del “señor”, que tradicionalmente lo distingue tanto de la mujer como del obrero, y, junto con su inseparable chaqueta, constituye el uniforme del macho dominante.

La mujer, cuando se pone “elegante” (es decir, cuando reafirma su estatuto social mediante la indumentaria), tiene innumerables opciones. El varón, solo una: el uniforme. ¿Y quiénes llevan uniforme? Los militares, los policías, los curas... Es decir, las personas cuya pertenencia a un cuerpo o estamento determinado les confiere algún tipo de autoridad.

La corbata es un símbolo (uno de los más relevantes, a pesar de su inofensiva apariencia ornamental) de nuestra cultura patriarcal y clasista. La corbata es vanidosamente reaccionaria, chillonamente falocrática. Desconfiemos de los que la eligen. Y combatamos a los que la imponen: no son mejores que quienes obligan a llevar velo o cuelgan crucifijos en las aulas donde las niñas y niños deberían aprender a pensar.

Desconfiemos de los que eligen la corbata, insisto doce años después, sobre todo si llevan coleta. Porque unir la coleta a la corbata es una burda escenificación de esa “fusión de contrarios” que solo es posible en los sueños y en los discursos demagógicos. “Soy progre, pero dentro de un orden”, intenta decirnos el coletudo encorbatado; pero en realidad lo que está diciendo es: “Soy tonto u os tomo por tontos”.

Algunos, desde la izquierda despistada, piensan que es un tonto útil o un buen reclamo electoral para los millones de tontos que sueñan con transformar la sociedad sin sacar los pies del tiesto; pero, en contra de lo que piensan algunos marxistas de neandertal (que nunca leyeron a Marx o nunca lo entendieron), los tontos solo son útiles para la clase dominante.

Carlo Frabetti - La Haine    

Charla por la abstención activa

A lo largo de este mes de mayo, con motivo de la nueva farsa electoral, Juventudes Libertarias de Madrid organiza un ciclo de charlas por la abstención activa frente a las elecciones europeas.

**HALL DE LA FACULTAD DE GEOGRAFÍA E HISTORIA-UCM

Martes 13 de mayo, 13.00h <M> Ciudad Universitaria

**LOCALES DE CNT-AIT MADRID (Pza. Tirso de Molina 5, 2ºIzda)

Domingo 18 de mayo, 17.00h <M> Tirso de Molina

**PLAZA VIEJA DE VALLEKAS (Pza. de Puerto Rubio)

Jueves 22 de mayo, 13.00h <M> Pte. de Vallecas / Nueva Numancia

**PARQUE DE LA VAGUADA – BARRIO DEL PILAR (Junto al centro comercial)

Viernes 23 de mayo, 18.00h <M> Barrio del Pilar


Charlas abstención

NO IMPORTA QUIÉN GESTIONE TU MISERIA 

El próximo 25 de mayo, estamos llamades una vez más a las urnas, a participar en el juego democrático, esta vez para que les trepas de turno ocupen sus poltronas en el Parlamento Europeo. Desde esa posición de privilegio, viviendo a cuerpo de rey, continuarán ratificando la política de recortes que la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional), viene “recomendando”. Serán quienes nos impongan nuevas situaciones de miseria y continuarán desmenuzando los derechos que, mediante la lucha, hemos conseguido como clase trabajadora.

En estos años, hemos tenido que soportar cómo se nos imponía una mayor “flexibilidad laboral” por indicaciones de la troika, eufemismo que implica la mayor facilidad de la casta empresarial para mandarnos al paro, precisamente en el momento que más destrucción de empleo hay, como se liberalizaban sectores como la sanidad o la educación, eufemismo nuevamente para hablar de cómo  la burguesía se repartía una serie de sectores básicos para incrementar sus intereses económicos y empresariales, destacando en este sentido la entrada en vigor del llamado Plan Bolonia, que supone la supeditación de la universidad a los intereses de las grandes empresas capitalistas y que ha sido aprovechado para crear una mayor elitización en el acceso a los estudios superiores, imponiendo un aumento de tasas que dificulta la entrada en la universidad para quienes menos tenemos y ofreciéndonos como alternativa que acudamos a pedir préstamos a los bancos.

Ante este panorama, por supuesto, no faltan quienes intentan arrastrarnos a participar en este juego, donde lo que se quiere es nuestro consentimiento a todo lo que se decida, haciéndonos creer que votando, que optando por aquellas opciones más “radicales” que dicen que pondrán fin a todos estos ataques contra nuestra clase, conseguiremos volver a la situación de “bienestar” en la que dicen que vivíamos antes de la crisis. La experiencia nos demuestra en demasiadas ocasiones que reduciendo nuestra capacidad de decisión a un mero papel en una urna, dejando la respuesta a nuestros problemas en manos ajenas, lo único que conseguimos es perpetuar nuestra situación de miseria.

Es por ello que, como anarquistas, hemos decidido no participar en este juego democrático, no legitimar a quienes se arrogan el derecho a hacer y deshacer a su antojo. No venimos a pedir, pues, el voto para nadie, tampoco aceptamos propuestas “críticas” de participación como el voto nulo o el voto en blanco, pues nos oponemos frontalmente al delegacionismo que promulga el sistema. Lo que proponemos, por tanto, es la abstención activa ante cualquier decisión que nos venga impuesta. Por supuesto, no creemos que el hecho en sí de no votar sirva para algo si vamos a continuar en el sofá mirando la tele o internet. Nuestra respuesta pasa por la autoorganización como clase, en asambleas, sin líderes ni jerarquías, estableciendo nuestra coordinación a través de pactos libremente asumidos creando una sociedad federalista y libertaria, teniendo el apoyo mutuo y no la competición como base de nuestras relaciones.

¡NI MUNICIPALES, NI GENERALES, NI EUROPEAS!

¡NO VOTES! ¡ORGANÍZATE Y LUCHA!

Charla trabajo y desempleo