Movimiento 5Ø1

 


En 1999, tuve el enorme placer de participar en la organización de lo que por aquel entonces se llamó el Movimiento 5Ø1. De cara a las elecciones presidenciales de 1999 quienes participamos en el movimiento, consideramos que no había elección real alguna puesto que los partidos mayoritarios tenían idénticas propuestas y consideraban como única alternativa sostener el famoso plan de convertibilidad, aquel que 2 años después activó la hecatombe del país produciendo la mayor crisis económica que recuerde la Argentina.

La propuesta del Movimiento 5Ø1 era simple aunque sofisticada: Dado que en Argentina, todo aquel que este a menos de 500 kilómetros de su domicilio está obligado a votar, se proponía a los potenciales votantes que no se sintieran representados por ninguno de los partidos políticos que se presentaban en esas elecciones, se traslade a 5Ø1 kilómetros de su lugar de residencia para evitar la votación. Para ello y a través de la realización de fiestas en las que se recaudaron fondos, todo aquel que lo deseara pudo viajar gratuitamente y subirse a un tren que se alquiló y que fue de Buenos Aires a Sierra de la Ventana para así quedar eximido de la obligación de votar por encontrarse a más de 500 kilómetros de su domicilio. La clave del movimiento consistía en transformar el acto de certificación en la comisaria del pueblo para que quede constancia de que se estaba a más de 500 kilómetros en un contra-acto político, justo en un día en el que estaba prohibido realizar manifestaciones de tal carácter.

Obviamente, por aquel entonces, no existían los medios y las plataformas sociales que hoy tenemos sin embargo aprovechamos al máximo las herramientas que se disponían por esos tiempos: las listas de correos electrónicos y realización de performances callejeras. Ciertamente, el movimiento no fue una movida multitudinaria, a Sierra de la Ventana llegamos a ir unas 500 personas, sin embargo llegó a alcanzar cierta repercusión en los medios de comunicación masivos, dando lugar a la gestación de un interesante debate sobre el sentido de la democracia representativa, la responsabilidad del voto y sus (a veces) débiles alcances. Eran tiempos en los que los países del Sur empezábamos a cuestionar el famoso Consenso de Washington que sentó las bases del neoliberalismo en la región y que tanto mal hizo al amparo de políticos acomodados, corruptos y decadentes. Comenzaban a gestarse los movimientos alter-globalización, Chiapas estaba de moda y se pre-anunciaba la transformación epocal que hoy patentemente estamos testimoniando.

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