WORKFARE




Welfare to work, o la forma abreviada WORKFARE, algo así como «retorno del bienestar al trabajo» para poder disfrutar de las prestaciones sociales.

GENTE PARADA MALOS PENSAMIENTOS

El pasado mes de mayo de 2013 aparecía en la prensa una nueva medida aprobada por la CAM en la que se obliga a los parados a trabajar para los ayuntamientos e instituciones públicas realizando, durante un máximo de seis meses y un máximo de ocho horas diarias servicios como vigilancia, reparación o rehabilitación de inmuebles, gestión de residuos, etc... bajo la amenaza de perder la prestación por desempleo afectando sobre todo a los trabajadores más vulnerables, aquellos que no pueden negarse a aceptar dichas condiciones; mano de obra gratuita sin contrato y sin alta en la seguridad social (solamente en caso de accidente laboral o enfermedad profesional) Cada ayuntamiento puede solicitar hasta 100 desempleados y además ser premiado con subvenciones regionales al cubrir estas plazas. Sorprendentemente, el Ayuntamiento de Getafe anunció el pasado viernes 5 de julio que no sustituirá a trabajadores por parados y que se pagará a los desempledos de forma justa ni se les impondrá trabajar bajo la amenaza de perder la prestación. http://www.europapress.es/madrid/noticia-ayuntamiento-no-sustituira-trabajadores-municipales-causa-proxima-incorporacion-parados-20130703203204.html

¿A QUÉ HUELE ESTO?

Ni más ni menos, bienvenido Mr. Workfare; un sistema de activación de empleo  popularizado por Richard Nixon en 1969, reactivado por Bill Clinton en 1996 e incorporado en Reino Unido en 2011 cuyo fin es luchar contra el fraude que se da en el «estado de bienestar» y la dependencia que crean los sistemas de prestaciones para limitar los costes de los sistemas de indemnizaciones, endureciendo las condiciones de acceso a éstas haciendo hincapié en la responsabilidad personal.»
A pesar de existir diferencias entre el modelo británico y el estadounidense, en cuestión, estos programas tratan de garantizar los propios subsidios. Visto desde un punto de vista bienintencionado diríamos que es una estrategia para atajar la erosión de la ciudadanía y el crecimiento de la exclusión social. Sin embargo, los derechos se transforman en condición para todos aquellos que quieran conservarlos.
El workfare obliga a los parados de larga duración trabajar gratuitamente para adquirir experiencia y poder reinsertarse en el mercado laboral bajo la amenaza de perder el subsidio por desempleo al igual que a las familias con personas discapacitadas o dependientes que reciban ayudas estatales, madres solteras o jóvenes. La amenaza de ser sancionado o directamente expulsado del programa de prestaciones y/o subsidios juega un papel a modo de incentivo para obtener un trabajo de forma más rápida. 
Las políticas británicas son más laxas que las estadounidenses. Se implantan mecanismos para bonificar a las personas con bajos salarios, se prioriza el «work first» para jóvenes, pero sin dejar de ser métodos de contratación más baratos y efectivos en detrimento de educación o asesoramiento.
Digamos que el leitmotiv de las políticas del workfare o de actuación de empleo en sus diferentes corrientes propugna que el trabajo (asalariado o no) «es la mejor, y única vía, para lograr la inserción social y evita así la pobreza permitiendo mejorar competencias y capacidades, salud física y mental y el sentimiento de pertenencia a la sociedad» 

EN REALIDAD...

Estas reformas consiguen un ligero descenso de las tasas de desempleo pero no supone una bajada relevante de las tasas de pobreza. Incluso hay familias que se sitúan en peor situación que cuando recibían las prestaciones sociales. Es más, no resultan eficaces para aquellos que desempeñan trabajos de baja cualificación y remuneración imposibilitándolos promocionar laboralmente.
Las políticas de workfare consiguen reinsertar a personas con menos trabas a la hora de acceder al mercado laboral y a los jóvenes que buscan su primer empleo pero encuentra muchos problemas con los sectores más desfavorecidos.

En UK un grupo de desempleados, activistas anti-recortes, trabajadores de la caridad, anarcosindicalistas (Solidarity Federation) y aliados, han creado la plataforma Boycott workfare http://www.boycottworkfare.org/ en la que acusan al gobierno de ignorar la evidencia de que el programa socava las oportunidades de empleo remunerado y no ayuda a la gente a encontrar trabajo por reducir drásticamente las horas disponibles para la búsqueda y solicitud de trabajo remunerado (un bien valioso para los desempleados)  

A pesar de no plantearse las bases del trabajo asalariado y una crítica en profundidad de éste, mediante acciones de protesta, boicots a empresas que contratan mediante workfare, actos informativos y animando a la gente a que no se dejen chantajear por estas técnicas de contratación deshumanizadoras consiguieron frenar el plan de trabajo forzoso no remunerado instaurado hace años. Están haciendo retroceder la propagación del workfare, no obstante, el estado es terco y no cesa en su empeño por ajustar de manera cada vez más sutil dichas prácticas. Los días 9 y 10 de julio se reúnen en Manchester  la «Welfare to Work UK Convention 2013» http://www.cesi.org.uk/convention13

Los activistas antiworkfare también han preparado un calendario de actividades del 6 al 14 de julio «para recordarles que hay mucho de que preocuparse» con acciones diarias dirigidas a empresas que se benefician de las prestaciones sociales condicionadas (Si nos explotan, vamos a cerrarte) http://www.boycottworkfare.org/?p=2667

Extraído de la publicación "Tú te pinchas"

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